jueves, 17 de julio de 2008

EPISODIO 21. DEUS.





A través de sus grabaciones, los belgas dEUS fueron conformando un pequeño mundo de canciones dispuestas a tocar todos los palos. A veces extravagantes, ruidosos y progresivos, otras campestres y confesionales, otras rozados por el soul. Los conocí con Suds and soda...









...cinco minutos machacones llevados de la mano de un violín constante, energético y adictivo. Descubrí una banda que se desenvolvía con soltura en fraseados hiphoperos entre el humo de un saxo enviciado, en desarrollos funk, en medios tiempos arreglados con elegancia. Un grupo ambicioso que no quería limitarse y conseguía sorprender de una canción a otra. Eclécticos, locos y circenses.



In a bar, under the sea y Worst case scenario perfilaron la personalidad y mostraron todas las caras posibles de deus. Su sonido se asentó a la altura de Ideal crash, quizá el disco que servía para concretar el carácter de sus composiciones, para hacerlos más focalizados y efectivos; también más accesibles, sin perder interés. Aquí la inspiración de la banda tocó muy alto y formó un album sin fecha de caducidad.
Su sonido se depuró con el tiempo, sacrificando parte de los toques excentricos de guitarra y de los fondos casi experimentales. La voz de Tom Barman parecía amoldarse con sabiduría a todas las caras posibles del sonido de la banda; aparecía en un primer plano, cantándote directo con ese tono de habitación, luego se fundía con su coro a voz en grito o se transformaba en un rapeador nasal y perverso en medio de un ambiente enrarecido.
dEUS poseen una considerable lista de canciones cercanas a la épica del rock de estadios (Put the freaks up front). Sus directos son de pronto una celebración de energía para una banda que saca las canciones de la instantánea que es la grabación en sí. Himnos rock dotados de personalidad y vida propia, ejecutados con euforia contagiosa.



La facilidad de deus para componer se ha mantenido intacta. También la incontestable calidad. En sus dos últimos discos, Pocket revolution y Vantage point, incorporan bajos sintéticos y eliminan casi todo atisbo de excentricidad. La búsqueda de una mayor sobriedad y contención. Los arreglos en su punto exacto de ebullición. Una vuelta a la forma tras rumores de separación y cambios de formación. Lo mejor es empezar por Ideal crash, para quien no los conozca. O el recopilatorio No more loud music para obtener una visión más completa.


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