miércoles, 16 de julio de 2008

EPISODIO 9. SUNNY DAY REAL STATE.


Sunny Day Real Estate hicieron el hardcore accesible. Apuntaron a la piel, para erizarla, más que a la víscera. La crudeza y melodía del grunge llevada a terrenos de emoción. El lado romántico del hardcore. El lado ensoñador del grunge poco dado a mostrar caras sensibles.
Jeremy Enigk posee una voz que se ajusta perfectamente a lo dicho. El devenir rítmico de los temas muestra una riqueza poco asumible por muchas de las bandas cercanas en sonido e intenciones. A la postre, Sunny day real state conseguirían una breve (cuatro discos, un directo oficial, más la incipiente carrera de Jeremy Enigk en solitario), pero sólida e incuestionable discografía. Si The rising tide es su despedida, no se me ocurre un modo mejor de despedirse.
Rápidamente la base rítmica se hacía reconocible, las guitarras robustas y llenas de matices seguían después hasta preparar el colchón emocional requerido por la voz, a veces visceral, siempre misteriosa y punzante. Cualquiera de sus cuatro discos es más que recomendable.



"Encuéntrame allí -dice In circles, la primera vez que me capturaron en una ocasional escucha radiofónica- en el azul, donde las palabras no lo son y el sentimiento se mantiene. Sinceridad. Confía en mí para ser quien se arroje a tu puerta. Voy en círculos descendentes. Sueño con curar tus heridas aunque yo mismo me desangre".

"Ella está en mi cabeza como la televisión". Las obsesiones de Enigk mostradas en envoltorio emo. Una banda increíblemenet firme y un trabajo de guitarras que mira a Husker Dü o Fugazi. Siempre persiguiendo la intensidad y el estremecimiento y resultando creíbles en todos sus intentos. No impostación. "Bienvenido al mundo de Abel, donde el cuchillo del hermano está preparado para apuñalarte y la paranoia te mantiene saludable, los negocios peliagudos pueden hacerte rico, una vía de suero te ayuda cuando estás triste...".




La rudeza elemental de muchas bandas adosadas al fenómeno grunge fue fácilmente superada por la fuerza natural de sus canciones. Trascendían ese impulso en ocasiones un tanto básico. Para entenderlo sólo hace falta escuchar hoy en día a Sunny Day Real Estate y, pongamos por ejemplo, a Mudhoney o Tad. Las aventuras de Enigk pueden seguirse en los discos de Fire Theft. El resto de la banda, al menos la sección rítmica, eligió caminos más amplios y mundanos y fueron fichados para figurar en la plantilla de los Foo Fighters del ex-nirvanero Dave Grohl.

Apretar los dientes y sentir rabia y emoción fundidas, confundidas.

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